Seguro están pasmados con el título, no entren en pánico, no me convertí en la Liza Gilbert de Comer, rezar y amar. Pero el post de hoy puede acercarse porque aparte de comer, rezar, amar y quejarse bastante, Liza nos regala en esa película una maravillosa frase para comenzar un año sabático: A veces, perder el equilibrio por amor es parte de vivir una vida equilibrada.
Yo estoy perdiendo el equilibrio (en mi caso control y estabilidad) por amor a mí misma. Y escribo este blog a modo de miga de pan de Hansel y Gretel, no para devolverme sobre mis pasos, sino para comprobar cuánto habré caminado al concluir este proyecto.
Hoy también es domingo y es muy temprano, escucho los pájaros madrugadores…